jueves, 6 de octubre de 2011

Tiempo de Cambios

Querido Diario,
                       Necesito a alguien en quien descargarme ya que tengo mucha impotencia dentro de mi. En 1932 fui enviada a los Estados Unidos  para recaudar fondos para una causa sionista, donde fue una verdadera bendición estar allí ya que pude hacer a mi hija Sara un tratamiento a causa de su sufrimiento de insuficiencia renal. Me dio realmente una alegría porque pudimos hacer algo al respeto de este tema.Luego cuando volví fui delegada del Partido Laboristanal ejecutivo del poderoso y influyente gremio sindical Histadut, un verdadero honor, hasta que se creo el estado de Israel..Recuerdo que en1939 en vísperas de la segunda guerra mundial me había enfurecido con la hipocresia de los países occidentales, que llenaron sus bocas de simpatía por los perseguidos y al mismo tiempo no podían ofrecerles refugio, y es al día de hoy que sigo con ese sentimiento adentro.Al concluir la guerra, me declaró en huelga de hambre para protestar contra los centros de detención británicos destinados a los sobrevivientes de la shoa.El sionismo no tiene sentido, sino para rescatar a los judíos.

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